lunes, 18 de abril de 2016

El correo en la música

Diseño: Gilberto González García

Por: Gilberto González García. Periodista de radio COCO

Primer lugar en la categoría de Prensa Digital en el concurso provincial de periodismo Evelio Torres Amador de 2015

Hablando de filatelia en la sección radial Impactos filatélicos, que realizo junto al profesor Juan Hernández Machado en nuestra emisora COCO, cada martes sobre las 16:00 (hora de Cuba), me puse a pensar en la interacción que ese interesante e instructivo pasatiempo tiene con el arte, la ciencia y otras ramas del saber y la cultura.

Se me ocurrió buscar un poco en mi memoria, otro poco en Internet y otro poco entre los discos, con viejos temas, que tengo en mi casa y encontré que son muchas las canciones que tratan como parte de sus letras, o en los títulos, las comunicaciones postales.

Veamos algunos ejemplos, entre los que creo que debe ocupar el primer lugar La canción del correo, tema infantil en voz de María Elena Walsh: “Veo, veo, veo, vuelan estampillas por el correo / Mariposas son que de noche duermen en el buzón”. Y no por gusto la menciono primero, sino porque un pequeño fragmento de esa canción sirve de tema de presentación al segmento radial que mencioné en el primer párrafo.


Hay, entre las que encontré, tres canciones que son como cartas con música. Una, que ha sido muy popular en Cuba se titula Carta de amor y es interpretada por Juan Luis Guerra y La 440: “Querida mujer, dos puntos / no me hagas sufrir, coma / Hoy me decido a escribirte cartas de amor sincero, tú lo ves” y más adelante: “es la segunda carta que escribo / y no recibo nada de ti”.

La segunda, Carta canción, es de Ketama: “Perdoname por no haber respondido antes, tu carta me llegó hace mas de un mes” y después: “Toma esta carta canción, para silbar por ahí, de la manga de un servidor que no se olvida de ti”.

Y la tercera, también titulada Carta canción, de Jairito: “Hola, tres puntos, con cariño y sin asunto / seria el comienzo en mi carta mas mi corazón adjunto”.

Una preciosa letra y música tiene la canción Regresarás que popularizó Yuri en la Década Prodigiosa. Una muchachita descubre que se ha convertido en mujer y que está enamorada de un joven que se hizo a la mar en busca de fortuna, y le escribe: “Pero sabrás que nunca más / el ancho mar te alejará de mí / porque yo se que volverás / cuando esta carta llegue junto a ti / […] Porque la niña que te conoció / pensando en ti se hizo mujer / y en esta carta te confiesa amor”.

Y quién no suspiró por un amor lejano o mal correspondido cuando escuchó a Nino Bravo cantar: “Y busqué entre tus cartas amarillas / mil ‘tequieros’, mil caricias”. O bien a Raphael, quejándose porque: “A veces llegan cartas con sabor amargo con sabor a lagrimas / A veces llegan cartas con olor a espinas que no son románticas”. 

De la Década es también la canción Vuelve a casa, una versión al español como otras tantas que hicieron los grupos de esa época. En esta, de Fórmula V, se le ruega a la mujer amada que piense un poco en el pasado, recuerde las cosas buenas del amor y que regrese a casa: “Una carta voy a escribir / y quisiera no llorar”.

Pero no todas las canciones hablan de cartas de amor y desengaño, también  hay otras, como la Carta a un amigo, que canta Domo Omar: “Querido amigo, dos puntos / espero todo este bien” y luego le agradece por cuidar de su mujer mientras él purga una condena de cárcel.

Está la Carta a mi madre, un bello instrumental que interpreta Richard Clayderman y otra, de igual título, que canta el grupo Miramar: “Aquí te mando esta carta / madre de mi corazón / va escrita con toda mi alma / y lágrimas de dolor”, porque está lejos de ella.

En idioma inglés fue muy escuchado el tema Please, Mister postman, (Por favor, señor cartero) original de The Beatles y que también se escuchó mucho en voz de The Marvelettes. En esta, el protagonista ruega al empleado del correo que revise bien en su bolsa pues espera una carta desde hace mucho tiempo.

Y para los niños –¡Ah, los niños con su infinita fantasía!– es esta Carta al viento. Ya que su letra es corta y no le sobra ni una palabra, vale la pena reproducirla íntegramente: “Le voy a mandar una carta al viento / para contarle que estoy contento / y como el cartero no sabe volar / en una cometa la voy a mandar / y para que el viento se ría un buen rato / le pinto en el sobre algún garabato”.




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