martes, 13 de septiembre de 2016

Filatelia olímpica: el primer campeón cubano.



Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia y Presidente del Círculo Filatélico del Cerro

 Aunque aún se escuchan algunos comentarios sobre los recién finalizados juegos olímpicos de Brasil y nos satisfacen los resultados que van alcanzando los atletas participantes en las para olimpiadas, pensamos que es bueno recordar la historia. Y eso nos lleva a valorar quien fuera nuestro primer campeón olímpico y cómo la filatelia cubana ha reflejado ese acontecimiento.

Corría el mes de junio de 1900 y entre las diferentes manifestaciones deportivas que se disputaban el final en la sede parisina de los II Juegos Olímpicos estaba la espada.

Cuba, y de hecho el Caribe entero, estaba representada por Ramón Fonst Segundo, quien luego de haber ganado sus combates anteriores, debía dirimir el primer lugar, a un solo golpe, con el francés Louis Perrée.

Su desempeño fue estelar desde los primeros momentos, pero, al igual que nos ha sucedido en diferentes deportes en muchas posteriores competiciones, Fonst tuvo que  tocar por tres ocasiones limpiamente al francés para que los jueces actuantes admitieran la realidad: la victoria en esa arma de un desconocido americano de sólo 17 años.

Fonst, nacido en la Habana el 31 de agosto de 1883, heredó de su padre, Filiberto Fonst Branly, el amor por el deporte y desde pequeño comenzó a practicarlo, específicamente la esgrima en un Gimnasio ubicado en el Prado habanero.

Por ser una persona de gran tamaño, largas extremidades y zurdo, por demás, pudo transformar los tradicionales toques de la espada, imprimiéndole una gran ofensiva que le lllevó a la victoria en incontables ocasiones.

Cursó estudios en Francia y eso le permitió batirse con los mejores tiradores del momento y ganar en experiencia, la cual contribuyera a su éxito en los segundos juegos olímpicos.

Luego, también obtiene el lugar de honor en el Campeonato Internacional de espada, celebrado en París en 1904 y junto a un amigo de origen alemán, Albertson Van Zo Post, integra el equipo cubano de florete a participar en los III Juegos Olímpicos, que se celebraron en San Luís, Estados Unidos.

Allí conquistó tres medallas de oro en los eventos de florete y espada individuales, así como en florete por equipos.

Fue campeón absoluto en las dos armas en las dos primeras versiones de los Juegos Deportivos Centroamericanos, celebradas en Ciudad México, 1926 y en La Habana, 1930.

Presidió el Comité Olímpico cubano entre 1941-1946 y dedicó su vida a la promoción del deporte y la educación física en las escuelas, llegando a ser Asesor del Departamento de Educación Física y Deportes en el Ministerio de Educación en 1959.

Falleció en La Habana el 9 de septiembre de ese año.

Ha quedado inmortalizado en las emisiones postales cubanas a través de dos de ellas.

La primera es de 1969, en ocasión de celebrarse en nuestra capital el Campeonato Mundial de Esgrima. Consta de 7 sellos para correo ordinario y una hojita filatélica, en la cual aparece el afamado tirador cubano.

Posteriormente, en ocasión de los Juegos Olímpicos de Barcelona, España, en 1992, Cuba hizo una emisión postal de cuatro sellos y en la misma se incluye a Fonst.  

Al dejarnos físicamente. Ramón Fonst Segundo nos dejó sus resultados como primer campeón olímpico cubano y latinoamericano y, lo que es más importante, su ejemplo en la formación de nuevas generaciones que hoy, a más de 50 años de ese momento, han llevado a Cuba a la gloria olímpica en disímiles ocasiones.



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