martes, 10 de enero de 2017

Filatelia: ese arroz nuestro de cada día.



Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012 y Presidente del Círculo Filatélico del Cerro.  

¿Mantener arroz crudo y cocinado por años sin que se eche a perder? No, no  es ninguna técnica nueva de conservación, sino es  que el arroz ha entrado por la puerta ancha en las emisiones postales de diferentes países.
La filatelia universal ha reflejado prácticamente todas las facetas del cultivo del arroz y, en los últimos años, ha comenzado a reflejar diferentes platos que se confeccionan con éste.

                               

Así, mientras la República Centroafricana nos muestra la irrigación de una plantación de arroz en una emisión de 1972, China nos presenta el secado natural del cereal en un sello de 1913 y la República Popular China presenta la introducción de la mecanización en la cosecha, en un sello emitido en 1975.

    
 
Una bella y fuerte espiga de arroz con el mapa de Ceilán (hoy Sri Lanka) se encuentra en una emisión que hiciera ese país en 1966  por el Año Internacional del Arroz; y Japón presentó un sello en 1993 que muestra el Festival Hana Ta’ue, de la plantación del arroz, que se realiza anualmente en la ciudad de Hiroshima. 

Cuba hizo una emisión postal de 12 sellos  para correo ordinario en 1969, los cuales reflejan similares planes agrícolas del Estado. Uno de los cuatro valores de un centavo muestra el cultivo del arroz.

 
Pero ya diferentes platos hechos a base de arroz comienzan a ser frecuentes en las emisiones postales modernas. Mientras que la República Popular Democrática de Corea emitió en el 2003 un sello que muestra los pasteles hechos con arroz glutinoso, la República de Corea emitió otro en el año 2005 que nos presenta las frituras hechas de arroz, típicas de esa nación.


Cuba, por su parte, no se queda atrás. En el año 2009 emitió tres valores postales para correo ordinario dedicados a la cocina criolla y en uno de ellos se presenta un suculento plato de arroz con pollo a la chorrera, típico del restaurante “La Bodeguita del Medio”, de la capital cubana.

Hablar del arroz sin mencionar  de forma obligada a los países asiáticos es dejar incompleta la tarea. Y es que el origen de este grano se ubica entre China y la India. Sin embargo, para los cubanos es su plato principal diario.  

La disputa por el origen es conocida por todos, pero lo que sí es cierto que este cereal es alimento básico en muchas culturas culinarias, principalmente en Asia, y si consideramos que el maíz también se produce para otros propósitos no comestibles, puede afirmarse que el arroz es el cereal más importante para la alimentación humana.

Existen cerca de diez mil variedades diferentes de arroz, pero sobresalen dos variedades de la Oriza Sativa: la variedad índica que se cultiva mayormente en los trópicos y la variedad japónica que además de los trópicos crece en zonas de clima templado.

Esta última se caracteriza por su alto contenido de almidón (conocido como arroz glutinoso), lo que motiva que su grano necesite más temperatura y tiempo de cocción que el de la variedad anterior.

Se conoce que entre los paralelos 530 de latitud norte y 350  sur se encuentra el casi el 95% de las plantaciones de este cereal, el cual aporta una quinta parte de las calorías que consumen los humanos.

Entre los principales consumidores del mundo se encuentran China, Japón, Vietnam, Cambodia, Bangladesh. Es costumbre en el proceso de producción “pulir” el arroz, que es quitarle la capa de salvado que cubre el grano, dejando así un grano limpio de aceites y enzimas que puede ser almacenado durante meses previo al consumo.

Por todo lo anterior, hay más de 50 países que han incluido el arroz, en diferentes facetas, entre sus emisiones postales. Digno reconocimiento a este noble cereal que salva la vida de tantas personas anualmente.



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