miércoles, 27 de septiembre de 2017

Para tenerlos siempre presentes


Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia y Presidente del Círculo Filatélico del Cerro
La solidaridad humana es algo grandioso y se expresa en diversas formas. Bien conocida es la colaboración que Cuba ha brindado y continúa brindando a muchos países amigos con sus médicos, educadores, especialistas en deportes, constructores y otros profesionales. Pero también a nuestro país se le ha ayudado y se le ayuda mucho desde todos los confines del globo y en diferentes aspectos. Ese es el caso de la hermana Namibia con la donación que hiciera, hace un tiempo, de importantes animales de su fauna que no existían en nuestros zoológicos.
Y ahora que nuestra televisión divulga una novela llamada Zoológico, donde entre la trama se refleja ese acto de amistad y de solidaridad, y después del paso del huracán Irma, que tantos destrozos causó, es bueno conocer que se adoptaron todas las medidas posibles para proteger esos animales y también algo muy importante.
¿A qué nos referimos?

Bueno, sencillo. Y es que la filatelia de Namibia nos permite tener en nuestra casa y a buen resguardo todos esos animales que hoy prestigian nuestros zoológicos.
Diferentes variedades de cebras fueron incluidas en la emisión de 1991 de cuatro sellos para correo ordinario, mientras que el elefante africano (Loxodonta africana), junto el licaón (Lycaon pictus) y al sitatunga (Tragelaphus spekii) fueron incluidos en la emisión de 1993, también para correo ordinario y que consta de cuatro valores.
¿Y dónde dejamos al guepardo (Acinonyx jubatus)? Este bello ejemplar de 40- 65 kilogramos de peso es el animal terrestre más veloz, lo que le permite disfrutar de las rápidas gacelas, su presa preferida. Un dato interesante sobre el también llamado cheetah en idioma inglés, es que a diferencia de otros grandes felinos no puede rugir, sino que emite un sonido parecido al de algunas aves.
Impresionante es el rinoceronte negro (Diceros bicornis), considerado el cuarto mamífero más grande de África, después del elefante africano, su homólogo blanco y el hipopótamo. Ha sido muy perseguido y diezmado por sus cuernos, valiosos en los países del Medio Oriente para la confección de dagas ceremoniales y en diferentes países asiáticos para la confección de medicinas tradicionales. Por eso a partir de los años 60 comenzó su protección, prohibiéndose su caza y el comercio de sus cuernos.

Gatos monteses, babones, ardillas, leones, búfalos y el precioso dik dik (Madoqua kirkii) también se encuentran en varias de las emisiones postales de Namibia. Este último animal, que tanto me llamara la atención cuando estuve en Somalia en la década del 70, habita en todo el este y sur de África, es el antílope africano más pequeño y se alimenta de hojas, brotes, bayas y frutas.
Solo nos queda agradecer a los hermanos de Namibia, no solo por la valiosa donación que nos hicieran y que nos permiten conocer mejor su fauna, sino también por incluir esos animales en sus emisiones postales y de esa forma, para los que no tengan la posibilidad de visitar ese país y verlos convivir libremente, o no puedan acudir a los zoológicos donde los mismos se encuentran, puedan atesorarlos, cuidarlos y admirarlos en su propia casa.

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