sábado, 7 de abril de 2018

Las cataratas Victoria, maravilla natural africana


Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012
África es un continente sorprendente en cuanto a naturaleza. Ríos, lagos, montañas, una flora exuberante, una fauna exquisita y, dentro de esto una de las principales cataratas del mundo, las llamadas Victoria en honor a la reina de Inglaterra.
Estas cataratas son un salto de agua del río Zambeze, en la frontera entre Zambia y Zimbabwe, correspondiendo al distrito de Livingstone en la parte zambiana y al distrito de Hwange en la parte de Zimbabwe. Sobre ellas se terminó en 1905 un puente con arco de acero  que une a los dos países.

El nombre que recibe para el mundo fue dado en 1855 por el explorador escocés David Livingstone cuando las visitara, pero su nombre nativo es Mosi-o-Tunya, que quiere decir el humo que truena. Para preservar el ambiente natural en el área que se encuentran, los zambianos establecieron el Parque Nacional de Mosi-o-Tunya, mientras que en Zimbabwe se estableció el Parque Nacional de las Cataratas Victoria. Con sus 1,7 kilómetros de ancho y su caída desde 108 metros, son consideradas un espectáculo extraordinario. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1989.
La meseta por donde transita el río Zambeze experimenta una estación de lluvias desde finales de noviembre a principios de abril, y una estación seca el resto del año. La inundación anual tiene lugar entre febrero y mayo con un pico en abril. El agua pulverizada de las cascadas llega a alcanzar los 400 metros e incluso los 800 dependiendo de la estación.
Sin embargo, durante el periodo de inundaciones no es posible ver el pie de la cascada ni tampoco parte de la cortina de la catarata, además los paseos a lo largo del acantilado resultan ser una ducha constante debido a la abundante agua vaporizada.
Cerca del borde del acantilado, el vapor de agua sube como una lluvia invertida, especialmente en el borde de Zambia. Según va entrando la estación seca, las cimas se hacen más anchas y numerosas, desde septiembre a enero más de la mitad de la cara de las cataratas puede llegar a quedarse seca y se puede observar la Primera garganta en casi toda su longitud. En esta estación resulta posible —aunque no necesariamente seguro— caminar a lo largo de algunos de los tramos de las crestas del río.

Este autor tuvo la oportunidad, entre los años 1987-1989 visitar este lugar en varias ocasiones, en las dos estaciones, y realmente fue sorprendente. En ese momento comprendimos el orgullo que sienten los zambianos por estas cataratas, al extremo de incluirlas en el primer sello postal de la época republicana, emitido el 24 de octubre de 1964.
Las cataratas Victoria superan a las del Niágara y solo rivalizan con las del Iguazú, que tienen una situación parecida pues se comparten entre Argentina y Brasil, en nuestro continente.
Sin dudas que estas emisiones postales que les hemos presentado, más otras que existen, enriquecen las colecciones que sobre el preciado líquido puedan hacerse. Si no, puede preguntarle a Dayron, uno de los juveniles de nuestro Círculo Filatélico que se siente orgulloso de contar con estas cataratas en su multi premiada colección sobre las aguas.
  


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