Por: Juan
Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012
Sí, no se sorprenda, porque en una
ciudad que está a punto de llegar al medio milenio es normal encontrar muchos
lugares centenarios, solo que gracias al cuidado y la dedicación de las
autoridades y el pueblo es posible
verlos como si hubieran sido construidos ayer. Ese es el caso del Templete de
La Habana.
Según conocedores, esta es una de
las obras civiles que mayor influencia tuviera en la arquitectura cubana. Se
levanta como un templo dórico griego, con una fachada conformada por un pórtico
de seis columnas que sostienen un friso decorado y tiene un prominente frontón
que muestra una inscripción para recordar su inauguración.