miércoles, 27 de julio de 2016

Ilustres en el Cerro vistos por la filatelia: Juan Bruno Zayas Alfonso


Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012 y Presidente del Círculo Filatélico del Cerro
El Cerro habanero ha dado muchos hijos, hombres y mujeres, que han dejado una marca imborrable en el desarrollo del país y están reconocidos por todos como hijos ilustres de esta localidad. Este es el caso de Juan Bruno Zayas Alfonso, quien llegara a ser un importante general de las guerras cubanas por la independencia de España.


Zayas nació en Calzada del Cerro No. 1913. Procedente de una familia adinerada, integrada por médicos, abogados, educadores y militares, pasó toda su infancia y educación en la barriada del Cerro. Se gradúa de Bachiller en 1885 e inmediatamente ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana, de donde se graduó en 1891, año en que perdió a su padre.

A finales de ese año se estableció en Cifuentes, pequeño poblado de la entonces provincia central de Las Villas, donde ejerció su profesión con devoción. En múltiples ocasiones ofreció sus servicios y medicamentos gratis a pacientes que no podían pagarlos, siendo respetado y querido en dicha localidad por esa forma de ser.

Ferviente patriota y convencido de que la liberación del yugo español se lograría solamente a través del filo del machete, se incorpora a la lucha emancipadora el 25 de abril de 1895 al frente de once compatriotas y emprende la marcha hacia el Camagüey, en la región oriental cubana, encontrándose en el camino con el prestigioso veterano de la Guerra del 68, Brigadier Joaquín López del Castillo.

Zayas recibió su bautismo de sangre en el combate de Las Delicias, donde dio pruebas de su valor al derrotar al Escuadrón Hernán Cortés dirigido por el teniente Páez. La campaña de Las Villas sirvió para acreditarlo como un soldado destacado.
El 1 de diciembre de 1895, ya con los grados de coronel, desfiló al frente de 400 hombres ante el Estado Mayor de las huestes mambisas, siendo recibido con un abrazo por el Generalísimo Máximo Gómez y el General Maceo quedó impresionado por los méritos de aquel sencillo joven que bajo una apacible apariencia ocultaba la fiereza de un león.

Zayas se cubrió de gloria desde el combate de Mal Tiempo hasta Managua, en las 37 acciones que librara hasta el fin de invasión de oriente a occidente, lo que le permitió alcanzó el grado de Brigadier.

Junto a Maceo firma el 23 de enero de 1896 la célebre Acta que testificaba el fin de la invasión. Estuvo junto al Titán de Bronce durante tres meses en esa campaña.

Maceo le indica regresar a Las Villas y reorganizar las unidades mambisas de esa región con el fin de buscar refuerzos y abastecimientos para occidente. Cumplió la tarea y cuando trataba de abrirle paso al General Maceo- que estaba en territorio de Pinar del Río- perdió la vida en La Jaima, Quivicán, a la edad de 29 años.


Ese fue el final de uno de los miembros de la nueva generación de generales mambises, uno de los primeros alzados en Las Villas durante la Guerra Necesaria y uno de los jefes de columnas invasoras que acompañaran al General Maceo en su marcha hacia Mantua, en el occidente del país.
La filatelia cubana ha incluido a este insigne cubano, que ha sido declarado el patriota insigne del municipio Cerro, en el sello por valor de 13 centavos, emitido en 1933, donde aparece junto al Generalísimo Máximo Gómez y a Antonio Maceo. También lo incluye en la emisión de 1910 para Entrega Inmediata.

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