Por: Juan Hernández Machado, Premio
Nacional de Filatelia 2012
Cuando
se revisan las estrechas relaciones actuales entre los pueblos de Nuestra
América, en ocasiones no se revisan los antecedentes de las mismas. Y nuestra
historia recoge muchos momentos de ciudadanos de uno de nuestros países
contribuyendo a aspectos importantes de otros, como contribución a la Gran América que el Libertador
Bolívar quería que fuéramos.
Así
sucede con Manuel del Socorro Rodríguez (1758-1819).
Socorro
nació en Bayamo, cuna del himno nacional cubano, y habiendo quedado huérfano a
edad temprana tuvo que realizar muchos oficios, entre ellos el de carpintero,
para mantener a su familia. No obstante, sintió gran admiración por los libros,
los cuales le propiciaron una gran cultura.