Por: Enrique Domínguez
Ortega, Vicepresidente de la Federación Filatélica Cubana y Presidente del
Círcuo Filatélico de San Antonio de los Baños
Tengo el privilegio de tener un buen amigo, filatelista
además, que vive en la Ciudad de Ciego de Avila, en una calle que lleva el
nombre de quien voy a estar hablando en esta ocación.
Y es que estoy convencido, que a pesar de que en
algunos libros de Historia de Cuba aun se puede encontrar algún relato sobre la
vida de Joaquín de Agüeros, muchisimas personas en nuestro país, especialmente
los jóvenes, desconocen a este hombre que en época tan temprana como 1851,
quedó insertado para siempre en la historiografía patriótica nacional.
Es bueno reconocer los méritos que cada persona
adquiera a lo largo de la vida, a pesar de que algunas de sus acciones no
iluminen toda su existencia. Es el caso que nos ocupa en esta oportunidad.
Se reconoce en muchisimas oportunidades al Padre de la
Patria, Carlos Manuel de Céspedes, como el primer hacendado criollo que se
levantó en armas y dió la libertad a sus esclavos, el 10 de octubre de 1868,
relegando el hecho de que, a mitad de siglo, habian surgido diferentes focos
independentistas en otras regiones del pais que si bien se encontraban
adscriptos al movimiento anexionista, fueron los que dieron los primeros pasos
para lograr, mediante la insurrección armada la
abolición de la esclavitud y la independencia de España.
Y es que la historia debe ser contada tal y como ha transcurrido,
sea para bien o sea para mal.
Se cuenta que, siendo un fiel partidario de la
abolición de la esclavitud y la igualdad de todos los cubanos, a pesar repito,
de las ideas anexionistas que lo rodeaban y habiendo nacido el 15 de diciembre
de 1816 en Camagüey, Joaquín de Agüeros adquiere mediante una herencia familiar
en el año 1842, una dotación de esclavos a los cuales les dá la libertad y les
imparte personalmente la instrucción primaria. En 1848 funda la Sociedad
Libertadora de Puerto Príncipe y cuando unos años mas tarde conoce del
desembarco de Narciso López, trata de apoyarlo con un levantamiento armado en
San Francisco de Jucaral el 4 de julio de 1851. Ese mismo año es capturado por
las fuerzas españolas y fusilado el 12 de agosto.
Este suceso conmocionó a Camagüey. Años mas tarde, en
la Asamblea de Guaimaro, las fuerzas insurrectas escogen como enseña nacional
la bandera que enarbolara Agüeros durante su levantamiento en armas, similar a
la traida por Narciso López a Cuba en 1851. En recordación a este patriota
cubano, un municipio de esa provincia, Camagüey, lleva su nombre actualmente,
asi como la calle donde reside mi amigo en Ciego de Avila. Menos mal que no se
le ha retirado el nombre para hacer como en otros muchos lugares, numerarla. De
cualquier modo, los pobladores continuarán llamandola igual, porque la cultura
va aparejada siempre a la historia.
En el año 1957 y para conmemorar aquel levantamiento
en armas protagonizado por Joaquín de Agüeros, el Ministerio de Comunicaciones
de la República puso en circulación una serie de sellos de correo por el 106
Aniversario del suceso.
La emisión, integrada por dos estampillas de pequeño
formato, muestra los valores de 4 ctvos para correo ordinario en la que se
reproduce el levantamiento conocido como “Grito de Jucaral” y otra de 12 ctvos
destinada al correo aereo y donde se aprecia la figura de Joaquín de Agüeros.
Ambas tienen marca de agüa estrella y cuentan con perforado número 12 ½ .
La tirada de imprenta fue de 2 millones de ejemplares
el ordinario y 500 mil el aereo y el gomígrafo o cancelador de Primer Día fue
estampado en color negro, pudiendo leerse en el mismo: Emisión Conmemorativa-Joaquín de Agüeros-Primer Día. Julio 4- 1957.
Esta emisión, que comenzó a circular ese día 4 de julio de 1957, había sido autorizada
mediante el Decreto Presidencial número 404 del 11 de febrero de 1956. La
misma, forma parte indisoluble del patrimonio postal cubano y ha sido la única
ocación en que este patriota aparece en los sellos de correo de nuestro país.
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