Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012
No
siempre existe la oportunidad de visitar a una joven de más de quinientos años
de edad. Y eso sucede cuando se llega a la ciudad de Camagüey, situada en el centro-este de Cuba.
Pero la
visita se hace más grata cuando se comienzan a apreciar los gordos tinajones de
barro en diferentes puntos de la ciudad y algún que otro lugareño, al ver la
presencia del foráneo, le dice que quien bebe agua de tinajón se queda en el
Camagüey.