Por: Juan Hernández Machado, Premio
Nacional de Filatelia 2012 y Presidente del Círculo Filatélico Cerro
Nadie
renuncia al desarrollo de los bellos pueblos de campo ni a las obras de arte
que estén al acceso de todos los habitantes del planeta, sólo que las cosas
bellas en ocasiones se vuelven horribles y ese horror es el que no queremos que
regrese. Ese es el caso de Guernica.
Guernica
es un pequeño pueblo de Vizcaya, España, conocido como un icono en la libertad
del pueblo vasco, porque era donde los monarcas españoles o sus representantes
juraban observar los derechos locales de los vascos.
Pero
esa historia, natural en lo que a ellos respectaba, cambió totalmente el 26 de
abril de 1937. Como todos los lunes, los granjeros de los alrededores llevaban
sus productos a la plaza del mercado del pueblo, a pesar de que a poca
distancia se encontraba la línea del frente en la Guerra Civil española.
A
media tarde las campanas de la iglesia alertaron sobre un inminente ataque
aéreo y faltando veinte minutos para las cinco de la tarde, los Heinkels III,
lo más avanzado de la aviación alemana del momento, comenzaron su despiadado
ataque contra el pueblo. A ellos les siguieron los bombarderos pesados Junkers
52.
En
cuestión de minutos el pueblo fue barrido, quedando 1,654 personas muertas y
889 heridos, según reportes periodísticos de la época.
Los
43 bombarderos alemanes eran parte de la Legión Cóndor que Hitler
enviara a España para apoyar a Francisco Franco. Según datos de los archivos
militares alemanes en Freiburg, la orden de ataque la impartió el Coronel
Wolfram von Richthofen, Jefe de Estado Mayor de la Legión Cóndor.
Tal
barbarismo no podía quedar silenciado y gracias al tesón y arte del pintor
español Pablo Picasso (1881-1973) quedó inmortalizado en su obra Guernica
, lienzo de más de 25 pies
de largo que se expusiera pocas semanas después de esta masacre en la Feria Mundial de 1937.
Guernica,
obra de arte, es la más sorprendente denuncia del horror humano que es la guerra. Unos
dicen que el toro representa la hidalguía del pueblo español, mientras que otros
alegan que representa la brutalidad y
crueldad que mperaban
en ese tiempo. El caballo es la víctima
inocente, perseguida y derrotada.
La
obra siguió al artista a Francia y allí ambos se encontraron posteriormente con
la ocupación fascista. Una vez liberado ese país, Guernica fue enviado por el
autor al Museo de Arte Moderno en Nueva York, en calidad de custodia. Más de
treinta años estuvo allí hasta ser trasladada al Museo del Prado a la caída de
la dictadura de Franco.
Picasso
siempre fue reacio a explicar el significado de su trabajo y cuando los
alemanes ocuparon Paris durante la Segunda
Guerra Mundial, al ver la obra del pintor, un oficial alemán
le preguntó si él era quien lo había hecho; éste respondió “Esto no lo hice yo,
lo hicieron ustedes”.
La
filatelia universal también ha recogido, en diversas emisiones postales de
diferentes países, esta humana obra de arte, como para recordarnos que, a pesar
de ella, el hombre no aprendió la lección de Guernica y hubo muchas después,
aunque con nombres diferentes.
Lídice
y el Ghetto de Varsovia, por solo citar dos durante la Segunda Guerra
Mundial; Hiroshima y Nagazaki; Mi Lai, en el Vietnam de los años 70; y en el
siglo XXI Iraq, Afganistán y Libia.
Gracias
Picasso, por advertirnos con ese lienzo de los años 30 del siglo pasado que ya
para ese momento la humanidad comenzaba a destruirse a sí misma.
Es
una paradoja que una bella reproducción se encuentre en los pasillos de la sede
central de las Naciones Unidas en Nueva York y que los representantes de
ciertos e importantes países la vean a diario, cuando en el Salón del Consejo
de Seguridad ellos mismos votan a favor de la destrucción de países al estilo
de Guernica.
No
obstante, Guernica, la obra original , se mantiene enhiesta, viril y en perenne
denuncia a los miembros de la Legión Cóndor
de entonces y a los de ahora, mientras que, por otra parte, los sellos y
elementos postales que la reproducen llegan
a cualquier lugar del mundo
diciendo: ¡Para que no haya más Guernica!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario