viernes, 25 de mayo de 2018

Un servicio postal interesante



Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012

La historia del correo está llena de servicios especiales interesantes, además de útiles, en cada época histórica que analicemos. Cuando los mismos van acompañados por sellos postales para su funcionamiento, la historia se enriquece.

Tal es el caso del Seguro Marino instaurado por Holanda en la década del 20 del siglo pasado y los llamados sellos “de las cajas flotantes” que lo acompañaron.

Este fue, tal vez, uno de los experimentos postales más extraños de su época y consistía en ubicar una caja de seguridad flotante en el puente de los vapores correo; cada caja iba asegurara por cuatro piezas curvas de metal, las cuales se mantenían firme sobre el agua o hasta una profundidad de 10 metros bajo agua.

Después de dicha profundidad las piezas se soltaban y liberaban a la caja, la cual flotaba. Estas iban acompañadas de doce cohetes que se disparaban a intervalos de una hora, los cuales producían una luz brillante que se mantenía por un minuto, a intervalos de tres minutos, y el sonido de un cuerno durante un minuto, a intervalos de ocho minutos.

Todo lo anterior era regulado por un mecanismo de reloj y tenía la intención de llamar la atención a rescatistas cercanos.

En caso de producirse un incendio en el buque, las cajas podían resistir temperaturas de hasta 1,700 grados Celsius y resistir la presión de 10 atmósferas. 

Las cajas contaban con dos cerrojos ordinarios y un tercero de seguridad. Si no era suficiente al gusto de los clientes, se podía introducir en las mismas un contenedor de seguridad, con un cerrojo adicional, para guardar documentos secretos o valiosos.

Aunque el invento, idea del holandés C. van Blaaderen desde 1914, no recibió buena acogida de inicio, fue puesta en práctica por la compañía naviera Holanda, el 2 de febrero de 1921, para sus viajes entre Holanda y las Antillas Holandesas.

El costo era de 15 centavos cada 20 gramos para cartas certificadas, ordinarias, cajas o paquetes, además del franqueo normal de la correspondencia según su clase. Los beneficios del servicio especial fueron compartidos por la compañía del Sr. Blaaderen, por la línea naviera y por el correo holandés.

El servicio holandés de correos hizo una emisión especial de tres sellos para este servicio de correo, el 2 de febrero de 1921, los cuales eran sin marca de agua, tenían una perforación de 11 ½ y fueron conocidos como los sellos del seguro marítimo. 

 
El primero, que da inicio a este artículo era por valor de 15 centavos y muestra a gaviotas sobrevolando una de estas cajas flotantes.El segundo, por un valor de 1.50 guilder representa los servicios de señales de la caja en un mar bravío.



El tercero, por un valor de 4.50 guilder, muestra una alegoría del león holandés emblasonado en una caja flotante.
Otro elemento de interés en esta emisión es que los gastos iniciales de producción de la misma fueron asumidos por la compañía del Sr. Blaaderen y no por correos de Holanda, como debiera haber sido.
Los sellos estuvieron a la venta tanto en Holanda como en Antillas Holandesas para el viaje de regreso. Aquellos impuestos sobre cubiertas (sobres circulados) son bastante raros.

Este servicio fue terminado alrededor de 1925. Interesante, ¿verdad?

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