viernes, 24 de enero de 2020

La flor más autóctona en la filatelia cubana

Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012
Así denominó Armando Hart, destacado revolucionario cubano quien fuera el primer ministro de Educación después de 1959, a Celia Sánchez Manduley.
Natural de Manzanillo, en la entonces provincia de Oriente, nació el 9 de mayo de 1920. Desde muy pequeña, por influencia de su padre médico, se identificó con la vida y obra de nuestro Héroe Nacional, José Martí, llegando ambos a colocar un busto de éste en la cima del Pico Turquino, la elevación más alta de Cuba.
Después del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Celia se manifestó de inmediato contra el mismo y se vinculó al Movimiento 26 de Julio, organizado por Fidel Castro después del asalto a los cuarteles Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo y Moncada de Santiago de Cuba en la misma fecha del año 1953.
Celia tuvo una destacada participación en todas las actividades previas al desembarco del yate Granma el 2 de diciembre de 1956, a fin de que Fidel y sus compañeros pudieran contar con un apoyo logístico y de personal en cuanto pusieran pie en tierra cubana.
En marzo de 1957 se incorporó al Ejército Rebelde, dirigido por Fidel, y acompañó a este cumpliendo una tarea de singular importancia para Cuba: la preservación de la memoria histórica de todo lo que iba ocurriendo.
Después del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 continuó con esa tarea desde las oficinas del Consejo de Ministros primero y posteriormente del Consejo de Estado.
Pero Celia también dejó una impronta en la atención a los combatientes del Ejército Rebelde, a los niños sin amparo filial, a proyectos sociales de gran alcance popular como la heladería Coppelia, Expo Cuba y el Parque Lenin, todos en la capital cubana.
Hoy, a 40 años de su falta física, pues falleció el 11 de enero de 1980, la encontramos en todos esos niños, hoy hombres y mujeres, así como en todas las obras sociales y culturales concebidas por Fidel Castro, que gracias a su constante chequeo y supervisión vieron la luz en Cuba en los primeros 20 años de la Revolución.
Gracias a las autoridades postales cubanas por permitirnos tenerla en nuestras colecciones.


   

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