lunes, 11 de julio de 2016

El Muro de los Lamentos en la filatelia



Foto: Cristo Viene Noticias
Por: Alberto Adato Menache, Mérito Filatélico y asociado del Círculo Filatélico del Cerro

La unión que han mantenido los israelitas al paso de los siglos se ha debido fundamentalmente a su religión. A través de su historia, los israelitas han tenido dos Templos, el primero, que fue construido por el Rey Salomón, aproximadamente en el año 960 antes de nuestra era, sobre el monte Moriá en Jerusalén. Este santuario fue el centro de la vida religiosa y nacional del pueblo judío y se le conoció como Santuario de Dios, Casa de la Elección, Casa de la Morada.


Su construcción duró siete años y en él fueron depositados definitivamente el Arca del Pacto y los utensilios de culto religioso. Este primer santuario fue destruido por los babilonios en 586 antes de nuestra era, año en que los judíos fueron expulsados de Jerusalén.

Cuando los judíos retornaron del exilio con la autorización de Ciro, rey de Persia, en el año 538 antes de nuestra era, construyeron durante 23 años, en el mismo sitio, un nuevo templo, más modesto que el anterior. En él se alojaba el Gran Sanedrin. (especie de asamblea de ancianos).

El monte donde estaba ubicado este segundo templo estaba rodeado por una muralla. Su entrada miraba al este y en la misma había una gran explanada destinada a las mujeres, desde la cual se subían 15 escalones en dirección al este para llegar al área de los hombres. En su extremo occidental estaba el Santuario Supremo.

El rey Herodes extendió y embelleció este segundo templo entre los años 20-12 antes de nuestra era, duplicándose la explanada exterior y agregando grandes murallas, parte de las cuales constituyen el hoy llamado muro occidental o de los Lamentos. En esa época iban en peregrinación a ese santuario los judíos de toda la diáspora. Los romanos en el año 70 antes de nuestra era, destruyeron este segundo templo al sofocar una rebelión judía.

Ambos templos fueron destruidos un 9 del mes de Av., en diferentes años, fecha que para los judíos no solo simboliza el día de la destrucción de esos centros religiosos, sino del destierro del pueblo judío y la ruina de Eretz Israel. En recuerdo de la destrucción del templo se observan distintas leyes y ayunos.

Desde tiempos remotos el muro fue utilizado por los judíos para rezar ante él y llorar la destrucción de Jerusalén y del templo. Sobre todo en las conmemoraciones religiosas de Yom Kipur, Pesaj y 9 de Av, en que el número de los piadosos frente al muro era mayor.

Los musulmanes erigieron el Domo de la Roca en el área del segundo templo, después de su destrucción. Una de las secciones de la muralla exterior que se conservó, aparentemente, es un resto de la muralla construida por Herodes sobre los restos de la del primer templo.

El muro de los Lamentos, que en el idioma hebreo es conocido por “Hakotel Hamalaravi” o sea “Muro occidental” tiene un largo de aproximadamente de 28 metros, o de 48 metros si se cuentan las partes rodeadas de casas. Su alto es de 18 metros. La parte pavimentada delante del muro, que sirve de oratorio, tiene 3,60 metros de ancho.

Las grandes piedras de la parte inferior del muro datan de la época de Herodes y posiblemente hasta del primer templo. La parte superior la construyeron los árabes. Debajo de esta se halla una capa de 2,20 metros de la época de Adriano. Las piedras de esa capa no pasan de medio metro de largo, mientras las piedras de la parte inferior tienen aproximadamente 1,50 metros de largo por un metro de alto.

Existen en la esquina sudoeste dos piedras con 4,50 metros de largo. Las piedras de este muro descansan unas sobre otras sin cemento alguno que las adhiera, lo cual ha permitido introducir pequeños papeles con plegarias entre sus rendijas Más de la mitad del muro está debajo del actual nivel del suelo.

El Muro de los Lamentos fue lugar sagrado de los judíos, utilizándose para sus rezos, por la costumbre, no obstante encontrarse ubicado en terrenos de la mezquita Aksa.

Las autoridades religiosas musulmanas compraron la zona del muro en el siglo XII y a su vera se fue formando un barrio pobre y hacinado, hasta que en el siglo XIV el muro quedó frente a una estrecha callejuela de tres metros de ancho y 27 metros de largo. En el siglo XIX diversos benefactores judíos intentaron, sin éxito, mejorar esas condiciones.

A partir de la declaración Balfour, el muro se convirtió en foco de luchas entre los judíos y los árabes, que con el respaldo británico hacían todo lo posible por interferir los rezos y las plegarias de los judíos.

Fueron infructuosos los intentos judíos por comprar ese espacio, motivándose diferendos mientras duró la ocupación británica que mantuvo el status quo que existía. Los judíos exigieron su derecho al libre ejercicio de su culto en ese lugar.
Tras la caída de la ciudad vieja en poder de la Legión Árabe, el 28 de mayo de 1948, se introdujo en el acuerdo de alto al fuego con los jordanos, un inciso que permitía el acceso de los judíos al muro, el cual no fue respetado. En junio 7 de 1967, en la Guerra de los Seis Días, el muro pasó a manos de los judíos, quedando ese día instituido como Yom Jerushalaim (28 de Iar). Las casas levantadas junto al muro fueron demolidas, quedando al descubierto secciones que habían quedado ocultas.

En cuanto al aspecto religioso, se han compuesto plegarias especiales para recitarlas frente al muro. Algunas de estas se conservan en diversas colecciones, entre ellas la Zicaron be – Yerushalayim de Yehuda Poliasto. Algunos pensadores judíos han expresado:
  • Que ese muro no se destruirá nunca
  • Que la presencia divina nunca se apartaba del muro occidental del templo

Este sitio histórico es visitado por judíos de todo el mundo tanto en invierno como en verano y se les encuentra rezando frente a él tanto de noche como de día. La muralla es actualmente considerada el lugar más sagrado para el pueblo judío, si bien durante diversas épocas no fue un lugar de culto

Muchos son los elementos postales, fundamentalmente del Estado de Israel, que recogen esta importante pieza histórica, pero a nuestro gusto los más logrados son el sello para correo ordinario   y la hojita filatélica que emitiera Israel en 1979 por la firma del acuerdo con Egipto.

Los mismos nos presentan la pared occidental del muro y en una de sus hendijas, un pedazo de papel que contiene una oración por la paz, esa paz que tanto necesita la humanidad en todos sus confines y que todos debemos hacer lo que podamos porque se logre algún día.


Referencias: Enciclopedia Judaica Castellana
 Enciclopedia de la Historia y la Cultura del Pueblo Judío


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