En la medicina moderna es muy común el
análisis de sangre para determinar diversas enfermedades. Pocas veces, para no
ser absoluto, nos preguntamos cómo los mismos se realizan. Si lo hiciéramos,
llegaríamos a un elemento fundamental: el microscopio.
Como la
filatelia no es ajena a ninguno de los componentes culturales de la nación, la
rumba se encuentra también reflejada en sellos y elementos postales de nuestro
país. Lógicamente, en las primeras cuatro etapas de la filatelia cubana –
prefilatelia, colonia, intervención americana y república- no se encuentra
ninguno de estos elementos pues como conocemos, la rumba proviene del aporte
cultural hecho a la nacionalidad cubana por nuestros descendientes africanos
durante su proceso de asentamiento en Cuba y el mestizaje con la cultura
colonial española. Este aspecto recibió su valor a plenitud después del triunfo
de la Revolución
el 1 de enero de 1959.
Los
filatelistas y el público en general nos hemos acostumbrado a ver materiales
filatélicos sobre Ernesto “Che” Guevara relacionados con la lucha guerrillera
en Cuba, en el Congo y en Bolivia, en las relaciones con los jóvenes y
desempeñando funciones gubernamentales en Cuba pero hasta ahora no teníamos
nada que lo relacionara con el cosmos.