Por: Víctor Falcón,
Asociado del Círculo Filatélico Cerro
Hemos
visto en artículos anteriores algunos de los árboles con historias interesantes
que existen en otros lugares del mundo. También en nuestro continente existen
estos árboles. Veamos algunos de ellos

La
importancia histórica de este árbol radica, que fue en este sitio donde José Gervasio Artigas pasó
los últimos años de su vida en el exilio paraguayo y se le recuerda en relatos
tomando mate bajo este frondoso ejemplar. De este antiguo árbol se han extraído
varios retoños que se han sembrado en Uruguay principalmente.
A
este árbol se le conoce también como Árbol de Artigas en Uruguay, Caña fístula
en Brasil, Ibirapitá, Ibirá puitá guazú en Paraguay. El nombre se origina en la
denominación en idioma guaraní, en el cual ibirá es 'árbol' o 'madera', puitá
es 'roja' y guazú es 'grande'; que sería: 'gran árbol de madera rojiza'.
Actualmente se encuentra vivo pero pese a estar bien atendido, con el paso del
tiempo se ha debilitado y es objeto de un cuidadoso tratamiento para su
conservación.
La
filatelia lo ha reflejado con esta serie de Uruguay del año 1990 compuesta de 2
valores, donde el de 360 pesos, muestra un árbol Ibirá pita y sus flores.

Esta
casa la mandó a construir Francisco Pizarro al fundar Lima para que fuera su
residencia y futura sede de la gobernación. La casa del gobernador fue sencilla
y sin ningún alarde de arquitectura, con un patio al centro y un jardín en el
cual cuenta la historia, Pizarro sembró una Higuera la cual trajo de España.
Una amplia y tendida escalinata conducía a las habitaciones del gobernador.
Actualmente de la construcción original solo se conservan el trazo de esta
escalera y la histórica Higuera. Este edificio está declarado como Monumento
Histórico.
La
filatelia lo ha reflejado con un sello de Perú de 1938 con un valor de 2 soles,
el cual refleja la Higuera
que sembró Pizarro en el Palacio de Gobierno de Lima.

No
se sabe con exactitud cuál fue el motivo y la identidad de su sembrador, pero
existen varias hipótesis. La que mejor se sustenta en la creencia popular es
que la Ceiba
fue sembrada en 1866 por Vicente Manzo, funcionario de la policía de Caracas en
esa época.
Fue
declarada Patrimonio Natural en el año 2001. Hoy tiene cerca de 35 metros de altura, ha
sufrido varias podas con el tiempo y está dentro de un separador vial para su protección. La Ceiba es el árbol nacional
de Guatemala y Puerto Rico, así como el árbol oficial del Distrito Federal
(Capital) de Venezuela.
La
filatelia ha representado a este árbol con una emisión de Venezuela, año 1990,
dedicada a los 20 años de la
Fundación del Banco de Venezuela, con hoja filatélica con
varios motivos de un mismo valor, donde refleja a la Ceiba con un valor de 10
bolívares.

Era
un majestuoso árbol llamado por los nativos Panamá, de frondosa sombra y muy
común en el área, bajo el cual se reunían muchas familias aborígenes. Es de la
misma familia del cacao, su tronco maderable y recto alcanza a medir más de 40 metros de alto y hasta
dos de diámetro. Es el Árbol Nacional de Panamá.
La
filatelia lo ha reflejado con esta serie 16 sellos de Panamá del año 1936,
dedicada al 4to Congreso Postal Américo-Español donde el valor de 1 centésimo
de balboa representa un Árbol Panamá.

El
árbol de Tempisque adquiere su importancia ya que en este punto se fundó la
ciudad; pues fue el único albergue de las familias españolas que fueron
desalojadas de distintas ciudades en el siglo XVII. Estas se refugiaron bajo
las ramas de ese árbol y el relato señala que los grupos familiares solicitaron
al entonces gobernador de las Provincias, les concediera fundar un nuevo pueblo
alrededor de este árbol y les fue concedido. Fue declarado patrimonio histórico
nacional por la
Asamblea Legislativa de la República de El Salvador el 26 de diciembre de
1984.
La
filatelia ha reflejado este árbol con un sello de El Salvador del año 1935 con
un valor de 2 centavos, dedicado al Tercer Centenario del pueblo de San
Vicente.
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