Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de
Filatelia 2012
África es un continente
sorprendente en cuanto a naturaleza. Ríos, lagos, montañas, una flora
exuberante, una fauna exquisita y, dentro de esto una de las principales
cataratas del mundo, las llamadas Victoria en honor a la reina de Inglaterra.
Estas cataratas son un salto de
agua del río Zambeze, en la frontera entre Zambia y Zimbabwe, correspondiendo
al distrito de Livingstone en la parte zambiana y al distrito de Hwange en la
parte de Zimbabwe. Sobre ellas se terminó en 1905 un puente con arco de acero que une a los dos países.
El nombre que recibe para el
mundo fue dado en 1855 por el explorador escocés David Livingstone cuando las visitara, pero su
nombre nativo es Mosi-o-Tunya, que quiere decir el humo que truena. Para preservar el ambiente natural en el área
que se encuentran, los zambianos establecieron el Parque Nacional de Mosi-o-Tunya,
mientras que en Zimbabwe se estableció el Parque Nacional de las Cataratas Victoria. Con sus 1,7 kilómetros de ancho y su caída desde 108
metros, son consideradas un espectáculo extraordinario. Fueron declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1989.
La meseta por donde
transita el río Zambeze experimenta una estación de lluvias desde finales de
noviembre a principios de abril, y una estación seca el resto del año. La
inundación anual tiene lugar entre febrero y mayo con un pico en abril. El agua
pulverizada de las cascadas llega a alcanzar los 400 metros e incluso los 800
dependiendo de la estación.
Sin embargo, durante el
periodo de inundaciones no es posible ver el pie de la cascada ni tampoco parte
de la cortina de la catarata, además los paseos a lo largo del acantilado
resultan ser una ducha constante debido a la abundante agua vaporizada.
Cerca del borde del
acantilado, el vapor de agua sube como una lluvia invertida, especialmente en
el borde de Zambia. Según va entrando la estación seca, las cimas se hacen más
anchas y numerosas, desde septiembre a enero más de la mitad de la cara de las
cataratas puede llegar a quedarse seca y se puede observar la Primera garganta
en casi toda su longitud. En esta estación resulta posible —aunque no
necesariamente seguro— caminar a lo largo de algunos de los tramos de las
crestas del río.
Este autor tuvo la
oportunidad, entre los años 1987-1989 visitar este lugar en varias ocasiones,
en las dos estaciones, y realmente fue sorprendente. En ese momento
comprendimos el orgullo que sienten los zambianos por estas cataratas, al
extremo de incluirlas en el primer sello postal de la época republicana,
emitido el 24 de octubre de 1964.
Las cataratas Victoria
superan a las del Niágara y solo rivalizan con las del Iguazú, que tienen una
situación parecida pues se comparten entre Argentina y Brasil, en nuestro
continente.
Sin dudas que estas
emisiones postales que les hemos presentado, más otras que existen, enriquecen
las colecciones que sobre el preciado líquido puedan hacerse. Si no, puede
preguntarle a Dayron, uno de los juveniles de nuestro Círculo Filatélico que se
siente orgulloso de contar con estas cataratas en su multi premiada colección
sobre las aguas.
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