Por: Juan Hernández
Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012
Extrema derecha superior: cierva dorada |
No, no es un juego de palabras ni
tampoco una clave mística. Estos fueron los nombres que tuvo una embarcación
muy marinera: galeón botado en 1577, que desplazaba 100 toneladas, propulsado
por velas que le permitían navegar a ocho nudos (15 kilómetros por hora); de 37
metros de largo (eslora) y 5,5 metros de ancho (manga), armado con 22 cañones y
tripulado por 80.85 marineros.
Y es que este galeón, uno de los
tantos que fueron construidos en su época, entró en la historia por la maestría
de su capitán, el inglés Francis Drake, quien desde los 13 años era marinero en
un barco mercante y llegó a recibir al título honorífico de Sir en 1581 en la cubierta de su propia
embarcación por parte de la Reina Isabel I de Inglaterra.
Drake, conocido como corsario,
explorador, comerciante de esclavos, político y vicealmirante de la Marina Real
británica, dirigió numerosas expediciones navales contra los intereses españoles
y llegó a ser más conocido por la circunnavegación del globo terráqueo que
hiciera entre 1577- 1580.
Ese recorrido lo inició el 13 de
diciembre de 1577, cuando zarpara a bordo del Pelícano (Pelican) junto a otras cuatro naves y 164 hombres. Llegó
a Cabo Verde a mediados de enero y en
abril de 1578 ya se encontraba en la costa de Brasil, la cual bordeó hasta
llegar al Río de la Plata. A fines de agosto, luego d haber perdido el resto de
sus naves en el trayecto, llegó con el Pelícano
al Estrecho de Magallanes, rebautizando su embarcación como Cierva dorada (Golden Hind), en la cual
llegó a las costas del entonces Virreinato del Perú.
Para junio de 1579 se encontraba en
punto de la costa norte de California, donde se relacionó con los nativos y
reclamó el territorio para la corona británica, al cual diera el nombre de Nuevo Albión.
Tras una infructuosa incursión al
norte debido a las frías temperaturas, zarpó hacia el oeste para llegar a las
Islas Molucas, luego rodear el Cabo de Buena Esperanza y llegar a Sierra Leona
en 1580, arribando a Plymouth el 26 de septiembre de ese año con una preciada
carga de especias y riquezas capturadas a los españoles.
El Golden
Hind había sido una embarcación de primera clase que le permitió a Drake no
solo completar esa importante travesía, sino asolar a las embarcaciones
españoles encontradas en el camino y en diferentes puertos donde tocaron para
poder regresar a la Inglaterra con las riquezas que ofreció a su reina.
Por esa razón ella decidió que la
embarcación fuera preservada como parte de la historia del país y de la
contribución de Drake. Fue reparada en varias ocasiones en el puerto de
Deptford y cuando no se pudo continuar por lo añejo de su maderamen, se utilizó
parte del mismo para hacer un sillón especial que fue llevado a la Universidad
de Oxford.
Drake continuó al servicio de la
corona inglesa, pero en otras embarcaciones, y hasta llegó el 27 de abril de
1586 al Cabo de San Antonio, en una escala durante su recorrido por el área del
Caribe, donde asoló las ciudades de Santo Domingo, en la isla La Española, y
Cartagena de Indias, en Colombia.
El 28 de enero de 1596 murió de
disentería frente a la costa de Portobelo, Panamá.
Tanto Drake como su embarcación Golden
Hind se encuentran en emisiones postales de una veintena de países. Esto permite a los coleccionistas de materiales postales
sobre navegación tener en nuestro museo particular esta insigne embarcación en
su época y a su distinguido capitán.
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