martes, 15 de noviembre de 2016

Árboles con historias interesantes (Cuba)



Por: Víctor Falcón, Asociado del Círculo Filatélico del Cerro

Y, efectivamente, también en nuestro país tenemos varios árboles cuya historia es muy interesante y por eso, para concluir nuestra serie sobre el tema, les presentamos los mismos.

 Jagüey de La Demajagua. Demajagua era el nombre original de la zona donde en 1851 un catalán instaló un trapiche azucarero, a 13 km  de la ciudad de Manzanillo. El nombre hacía alusión a la abundante presencia en el lugar de la Majagua azul, un buen ejemplar de la flora cubana, pero no de este árbol, sino de un Jagüey, que veremos mas adelante, es que les hablaré.
En marzo de 1866 Carlos Manuel de Céspedes compró este ingenio, con todas sus dependencias y esclavos. Posteriormente en este mismo lugar, el propio Carlos Manuel de Céspedes inició la lucha contra España el 10 de octubre de 1868, declarando la Independencia de nuestra Patria. El 17 de octubre de 1868 las partes fundamentales de la finca: el ingenio, la hacienda y el barracón, fueron destruidos producto de la represalia del gobierno español. El ingenio fue convertido ese día, en la primera propiedad cubana destruida durante la Guerra Grande y queda en gran estado de abandono y deterioro; pero la sabia naturaleza se encargaba de hacer el milagro.
El Ingenio de Céspedes, convertido en ruinas, abandonado y olvidado por muchos, vio nacer un árbol de forma espontánea, que con el tiempo haría posible: atrapar con sus poderosas raíces “trepadoras”,  la rueda matriz o dentada de la fábrica, la voladora y la parte de la máquina de vapor que luego de la destrucción, quedarían en el mismo lugar donde antes estaban enclavados (la casa de máquinas o casa de moliendas). 
Se trata de un majestuoso Jagüey, que falleció alrededor del año 1998 a pesar de muchos esfuerzos que se hicieron para su salvación: fumigaciones, cirugías vegetales, múltiples baños. El intento fue infructuoso porque un hongo lo impidió. Sin embargo, parece ser que el “Jagüey Padre” daría a su lado un hijo, porque el Jagüey que hoy al igual del ya fallecido, está en el mismo lugar, mantiene una total vitalidad, de la misma manera que custodia también con sus fuertes raíces y tronco las piezas originales y las ruinas constructivas del ingenio para los que visitan hoy y vendrán mañana a este lugar sagrado, a este “ALTAR DE LA PATRIA”.
Este sitio perteneciente a Manzanillo, Granma, convertido en el actual Museo-Parque Nacional La Demajagua, fue declarado Monumento Nacional el 6 de junio de 1978, siendo valorado como uno de los sitios de mayor relevancia de Cuba.

La filatelia lo ha reflejado con los siguientes sellos, Cuba 1956 un sello de 4 centavos dedicado a la Independencia de Cuba de España, donde refleja la campana y dentro de ella el Jagüey y las ruedas dentadas del ingenio; Cuba 1968 serie de 13 sellos dedicada al Centenario de las Guerras de Independencia, donde el valor de 1 centavo muestra a Carlos Manuel de Céspedes y detrás el Jagüey junto a las ruedas dentadas del ingenio; Cuba 2008 serie de 4 sellos más hoja souvenir dedicada América UPAEP Fiestas Nacionales donde el valor de 15 centavos dedicado al 10 de Octubre muestra de derecha  a izquierda: imagen de Carlos Manuel de Céspedes, Campana de la Demajagua y Jagüey con ruedas dentadas.

Pero hay más en esta maravillosa historia de árboles cubanos y este sitio,. Les cuento, que antes de su viaje al espacio en septiembre de 1980, el cubano Arnaldo Tamayo Méndez, primer cosmonauta de América Latina, acudió a La Demajagua y tomó tierra del lugar, con las cuales anduvo por el espacio el tiempo que duró su misión. Al regreso, abrió un hueco en un sitio del actual Museo-Parque Nacional, plantó una Palma Real y tapó parte del agujero con esa tierra que había llevado al cosmos. En la actualidad la Palma tiene 33 años de edad y crece altiva con frutos excelentes.

Mangos de Baraguá. En este lugar donde se encuentra la actual provincia de Santiago de Cuba, ocurrieron acontecimientos importantes de las Guerras de Independencia de Cuba. Bajo la sombra de los Mangos, los cubanos condenaron el Pacto del Zanjón, que había logrado España con los cubanos que se cansaron de luchar durante diez años por la independencia de Cuba.
El llamado “Titán de Bronce”, General Antonio Maceo Grajales,  con el hecho conocido como la Protesta de Baraguá, representó a los cubanos que expresaron sus deseos de continuar la guerra hasta lograr la total independencia; también desde este lugar se integró la Columna Invasora de Gómez y Maceo que partió hacia Occidente para extender la Guerra de 1895.
Más reciente en la historia, en el año 2000, cuando el pueblo cubano era objeto de continuas agresiones, se proclamó allí “El Juramento de Baraguá”. Comenzó así una nueva etapa de la lucha: La Batalla de Ideas. Es sitio histórico declarado Monumento Nacional. Decir en Cuba  

Mangos de Baraguá es sinónimo de cubanía, de rebeldía, de nacionalidad cubana.La filatelia los ha reflejado con una emisión de Cuba de 1933 dedicada a la Guerra de Independencia y al monumento del Soldado Invasor, donde el valor de 3 centavos representa a Los Mangos de Baraguá.

            





Ceiba del templete. Este árbol se encuentra en el Casco Histórico de la Habana. Se cree que en este lugar, bajo la sombra de una Ceiba, se celebró la primera misa en honor a la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana en 1519.
A mediados del siglo XVIII murió esta primera Ceiba. La segunda Ceiba sembrada, fue asentada allí por el gobernador Francisco Cajigal de la Vega en el año 1754 al morir la original, la actual fue sembrada en el año 1960 por lo que tiene más de cincuenta años y es la séptima que allí se planta.
La población habanera ha convertido en tradición acudir cada 16 de noviembre, fecha en que fue fundada la ciudad, a dar tres vueltas alrededor de la Ceiba. Se hacen allí largas colas para cumplimentar esta ceremonia que consiste en dar tres vueltas y echar una moneda a sus raíces y en silencio formular un deseo.
La filatelia lo ha reflejado con los siguientes sellos: Cuba 1985, serie de 5 valores dedicada a La Habana Vieja Patrimonio de la Humanidad, donde el valor de 50 centavos muestra el Templete y a la izquierda la Ceiba; Cuba 2004, serie de 3 valores dedicada al 485 Aniversario de la Fundación de la Villa de San Cristóbal de la Habana donde el sello de 15 centavos muestra el Templete con la Ceiba a su derecha.
                                                                                                                    

Árbol de la Fraternidad Americana. La celebración en la Habana de la VI Conferencia Panamericana, sirvió de pretexto para cambiar el nombre definitivamente al antiguo Campo de Marte por el de Plaza de la Fraternidad Americana, pues en su parcela mayor se sembró el Árbol de la Fraternidad Americana, una Ceiba de la cual existen dos historias, una dice que: El ejemplar seleccionado tenía unos pocos años de germinado en las tierras del cercano poblado de San Antonio de los Baños, donde una humilde familia lo sembró para celebrar el nacimiento del primer hijo varón.
La otra versión dice que nació con la República, el 20 de mayo de 1902, en el barrio citadino de El Cerro. Se abonó con tierra y agua de los ríos de las más de 20 naciones americanas que participaban en la conferencia. Por ejemplo: Venezuela trajo tierra del jardín de la casa natal del Libertador; Panamá del lugar donde Bolívar convocó al Primer Congreso Panamericano; Ecuador de las faldas del Pichincha, cuya batalla decidió su independencia y la del Perú; Bolivia envió tierras de la Villa Imperial del Potosí; Colombia de los Jardines de San Carlos donde el Libertador residía como presidente de aquella república; Estados Unidos de Mount Vernon, lugar donde vivió y murió George Washington libertador de las colonias británicas en Norteamérica; Argentina extrajo las tierras de la Plaza de Mayo donde proclamaron la Independencia; Chile de los campos gloriosos de Maipú; República Dominicana envió las tierras de Baní, donde naciera Máximo Gómez; mientras que Cuba regó tierra del ingenio La Demajagua donde Carlos Manuel de Céspedes dio el primer grito de libertad.
El árbol de la Fraternidad fue rodeado por una reja monumental coronada con los escudos de los diferentes países. La base de la misma está conformada por bloques de mármol procedentes de la Isla de la Juventud y en unos de ellos hay un nicho que guarda el cofre con el acta de la ceremonia. En el borde superior de la reja se puede leer la frase martiana: “Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes. Los pueblos no se unen sino con lazos de amistad, de fraternidad y de amor”.
La filatelia lo ha reflejado con esta emisión de Cuba 1942, serie de 5 valores diferentes dedicada al Espíritu de Democracia en las Américas, donde el valor de 10 centavos representa al Árbol de la Fraternidad Americana.




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