Por: Juan Hernández
Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012 y Presidente del Círculo Filatélico
del Cerro
Todas
las flores necesitan del sol para su desarrollo, pero no hay dudas de que su
mejor amiga es la flor del girasol, no
solamente porque va girando durante el día para asimilar al máximo los rayos solares sino porque es de color amarillo
brillante como el astro rey.
Esta
bella planta no solamente ofrece sus flores para realizar bellos adornos
florales, sino que sus semillas contienen bastante aceite que luego de
procesado es uno de los que más se consume en el mundo. Además, la planta
molida sirve como buen forraje para el
ganado.
Esto,
para no hablar de quienes gustan de sus semillas tostadas, algo muy común en
diferentes países, entre ellos, en los Estados Unidos de América.
Países
como Rusia, Rumania y Bulgaria, por solo mencionar tres, tienen extensos
cultivos de girasol y son productores de su preciado aceite.
Dentro
de la temática de flores en la filatelia universal, los girasoles están
presentes en emisiones postales de más de 30 países.
En nuestra
región uno de los países que más ha incluido al girasol en sus emisiones
postales ha sido Argentina. Ha utilizado varios diseños y hasta uno similar para varias
emisiones, como hiciera con su primer diseño para girasoles en 1961. Más tarde sobrecargó
el sello para usarlo en el Correo
Oficial y, posteriormente en 1971, volvió a reproducir la emisión de 1961
pero en color diferente.
Recordamos
que se conoce como sobrecarga en filatelia, aquellas palabras que se imprimen
sobre un sello ya emitido para cambiar el servicio que ofrece, para hacerlo conmemorativo o para permitir su uso
en otro país o dependencia administrado por el país que lo emite, manteniendo
siempre el mismo valor de la emisión original.
Pero
los girasoles también tienen un fuerte sentido religioso. En el Panteón de la
religión Yoruba son la flor emblemática
de Oshún- equivalente a la Virgen de la Caridad de la fé
cristiana- porque su color amarillo coincide con el color de la deidad. La
ofrenda a Oshún se hace como mínimo con 5 girasoles y puede hacerse
en múltiplos de 5 hasta un máximo de 25.
También
los bellos girasoles han sido tema para importantes obras de la plástica
universal, como el famoso cuadro que hiciera Vincent Van Gogh intitulado así,
“Los girasoles”.
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Lo
cierto es que, al natural los tenemos presentes como ofrenda a la deidad yoruba
y ambientación de la casa, y procesados como alimento para el ganado, en su
aceite comestible para los humanos y en las sabrosas semillas que hacen el deleite de
muchos.
En
la filatelia, sin desdeñar las primeras emisiones búlgaras de los años 50 del siglo pasado, con
diseño bien definido pero monocolor, y no amarillo precisamente, preferimos
emisiones más modernas como las de Japón, Corea o los Estados Unidos de América
que nos reflejan mejor esa gran amiga del sol que es la flor del girasol.
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