Por: Enrique A. Domínguez Ortega. Vicepresidente de la
Federación Filatélica Cubana y Presidente del Circulo Filatélico de San Antonio
de los Baños.
Amparados
en los estrechos lazos que unen a los integrantes del Círculo Filatélico de San
Antonio de los Baños con el Círculo del Cerro, nos dispusimos a enviar a este
prestigioso órgano divulgativo del quehacer filatélico nuestra modesta
colaboración, en reciprocidad al afecto y cordialidad que enriquecen cada día
más nuestra amistad. Esperamos que este artículo sea bien recibido por todos
los destinatarios de este boletin.
Para
cualquier persona no conocedora o interesada en la historia pudiera parecer un
hecho simple, sin practicamente ninguna importancia, sin embargo, cuando se vá
al estudio del desarrollo que han tenido las comunicaciones a lo largo del
tiempo, siempre se habla de un antes y un después del surgimiento del Sello
Postal.
Para
hacer un recuento de cómo es que surge
este invento, es necesario remontarnos a los finales del siglo XVIII en que ya,
la mayoría de los paises del mundo contaban con una organización relativa del correo,
tanto dentro como fuera de los mismos.
Recuerden
que hacia finales de este siglo se producen en Europa acontecimientos trascendentales
que marcaron la historia, la política y la economía de estos paises: las
revoluciones burguesas desarrolladas en Inglaterra, Francia y Alemania
fundamentalmente, las cuales dieron origen al surgimiento del capitalismo.
Despues
de haberse producido estas revoluciones y de haber surgido esta nueva clase
social, la necesidad de mejorar el sistema de comunicaciones, el cual era muy
atrasado para poder satisfacer las necesidades que imponía la burguesía, se
hacia impostergable.
Al
capitalizarse los sistemas de correo, se hizo necesario reformar todas sus
estructuras. Recuerdese que el correo era la única vía de comunicación que
existía, al no haberse inventado aun la telegrafía ni la telefonía. Los
servicios de correo hasta entonces eran servicios de postpago, es decir que el
importe por el envío de un paquete o carta a traves del correo, lo debía pagar
la persona destinataria del mismo. Comoquiera que en muchas ocaciones este
destinatario no era encontrado porque ya no vivía en el lugar, había muerto o
simplemente se negaba a efectuar dicho pago, la administración postal encargada
de efectuar ese envío perdía el cobro de dicha operación con las consiguientes
pérdidas que en ocaciones eran cuantiosas al ser elevadas las tarifas
establecidas en aquellos tiempos.
Al
surgir el capitalismo, estas administraciones pasaron a manos privadas
produciendose una monopolización del correo. Como todo lo que a través de la
historia ha pasado con esta clase social, no se podía continuar generando
pérdidas pues los servicios de correo pasaron a ser un negocio y todo negocio
capitalista tiene que generar ganancias.
De
esta manera, hacia mediados de la primera mitad del siglo XIX en Inglaterra,
uno de los paises con mayor desarrollo industrial y en el cual se desarrolló
más rapidamente el Capitalismo, surge un movimiento que involucraba a la
administracion postal de ese país y es de este modo que en el año 1839, el
Ministerio del Tesoro inglés convoca a un concurso para presentar propuestas
que reformaran los sistemas de pago de correo.
A
este evento asiste un señor que habia sido maestro y en esos momentos se
desempeñaba como trabajador de la Administración Postal Inglesa y presenta un
proyecto en el que plantea la creación de un sello adhesivo que sirviera para
respaldar el prepago de todo envío postal que transitara a través del correo,
de forma que la persona que realizaba el mismo fuese la que costeara el porteo
y no la que lo recibía.
De
entre más de 2700 proyectos presentados, el de este señor que se llamó Rowland Hill, fue el escogido y al
mismo le fue encomendada además la tarea de confeccionar el diseño de esta
pieza. Cuanto alejado estaba Rowland Hill de imaginar que su invento lo
inmortalizaría.
Este primer sello postal, en cuyo diseño fue insertado
el rostro de perfil de la Reina de Inglaterra, fue impreso en color negro y se
le estampó el valor de un penique, por lo cual es conocido en todo el mundo
como el Penique Negro. Tuvo una tirada de más de 68 millones de ejemplares y circuló por primera
ocación el 6 de mayo de 1840, cumpliendose este año los primeros 178 de este
acontecimiento que revolucionó para siempre las comunicaciones a nivel
internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario